viernes, 20 de mayo de 2016

CAPITULO 25. RAZONAMIENTO TERAPÉUTICO

Razonamiento Terapéutico
El uso de la razón es el recurso básico para las decisiones clínicas, aun cuando existen sistemas de apoyo a las decisiones.
El razonamiento terapéutico tiene varias dimensiones: científica, narrativa, pragmática, ética, interactiva, condicional y económica, por tanto no hay un solo camino para tomar una decisión.  La terapéutica racional (seleccionada mediante la razón), debe ser, razonable (lógica, apropiada) y racionada (sin dispendios).







Límites de la Terapéutica
La terapéutica puede verse bajo el restringido concepto del tratamiento de las enfermedades, pero también desde uno más amplio que abarca todas las intervenciones capaces de modificar la historia natural de la enfermedad.
Complejidad de la Terapéutica
Todos los intentos por encontrar asociaciones diagnostico-terapéuticas simples han resultado insuficientes.  La mayor parte de las decisiones terapéuticas se toman en condiciones de incertidumbre o en el mejor de los casos, de riesgo. Esto último se refiere a que acaso se puede hacer una estimación probabilística de los desenlaces, casi siempre a partir de los resultados de ensayos clínicos controlados sobre terapéutica. Muy pocas veces las decisiones terapéuticas se realizan en condiciones de certeza.
Modalidades Terapéuticas
La terapéutica puede ser científica o alternativa. Se designan como medicinas alternativas diversas modalidades que provienen de la investigación u observación rigurosa propias de la ciencia e incluyen la homeopatía, la acupuntura, la herbolaria, al naturismo, la magnetoterapia, la hidroterapia, la iridología, etc. Todas ellas llegan a tener éxitos terapéuticos pero, al proceder de recomendaciones ancestrales, han permanecido estancadas sin la modernización que supone la ciencia.
Dentro de la terapéutica científica, por su parte, además de la medicamentosa, existen la quirúrgica, la psicológica, la nutricional y la física (que abarca el ejercicio  y otras modalidades).






Filosofía Terapéutica
Los médicos pueden variar en su filosofía terapéutica pues suelen estar más o menos cerca de uno de dos extremos: por un lado se encuentran quienes piensan que hay que intervenir lo menos posible, los conservadores, que prefieren dejar actuar a las fuerzas de la naturaleza suponiendo que son benéficas. Por otro lado los heroicos, que nunca  se fan por vencidos y que siguen actuando aunque con ello produzcan más sufrimiento.  

Relaciones diagnostico-terapéuticas. El Umbral terapéutico
Lamentablemente el diagnostico de certeza no es la regla y muchos de nuestros diagnósticos son de probabilidad, cuando esta probabilidad lega a un valor critico como para animarse a dar tratamiento se alcanza lo que se llama el umbral terapéutico. Este varía según el tipo de enfermedad y el cociente beneficio/riesgo del tratamiento.
El Razonamiento Terapéutico y las Evidencias
El razonamiento terapéutico relativo a la farmacoterapia tiene su fundamento en el conocimiento fisiopatológico y el farmacológico. La propuesta de la medicina basada en evidenciamás bien exige saber si hay experiencias empíricas válidas y confiables.
Componentes de la decisión terapéutica 
Cada recomendación terapéutica tiene componentes cualitativos y cuantitativos. De entre todas las alternativas, ¿Cuál elegir? Donde tratar al paciente, ¿en su domicilio?, ¿en el contexto ambulatorio?, ¿en el hospital, ya sea en una sala general o en una de ciudadanos intensivos? ¿Quién ha de aplicar el tratamiento?, ¿Con quiénmás? ¿Cuáles son los criterios para aumentarlo o disminuirlo? ¿Para combinarlo? ¿Cuándo suspenderlo?
Un Modelo de Prescripción
La OMS definió hace algún tiempo un modelo de prescripción que incluye los siguientes pasos:
-Definir el problema del paciente: la identificación detallada de lo que el paciente expresa en forma de demanda o queja tendría que completarse con la identificación de sus necesidades y en la medida de lo posible, de sus expectativas.
1.- Especificar el objetivo terapéutico: tiene que identificarse para no caer en frustraciones. Debe tenerse claro que se pretende con el tratamiento. El propósito jerárquicamente más elevado es el de prevenir.
2.- Seleccionar el tratamiento estándar para este tipo de pacientes: hay que distingue el tratamiento de la enfermedad del tratamiento del paciente. El primero  puede consultarse en los libros o en las guías, el segundo tiene que diseñarse a la medida del enfermo.
3.- Verificar la pertinencia del tratamiento para el paciente en cuestión: según las características del paciente tiene que adaptarse el tratamiento de la enfermedad.
4. Otorgar información, instrucciones y advertencias: la falta de atención de este punto origina no pocas fallas terapéutica. No basta emitir una receta con la prescripción sino que debe acompañarse de instrucciones personalizadas, y confirmar que fueron comprendidas y que en principio hay un acuerdo en seguirlas.
·         Iniciar el tratamiento. Este punto pareciera sencillo, pero es necesario verificar, que en efecto se ha iniciado.
·         Monitorizar. La vigilancia tanto de la efectividad terapéutica clínica como de los efectos colaterales es una responsabilidad  del terapeuta.

La elección terapéutica, su implementación y su vigilancia son habilidades fundamentales de los médicos que difícilmente se adquieren mediante reglas heurísticas o algoritmos. Implican una vinculación con el diagnostico, lo más preciso posible, una elección entre alternativas con un amplio grado de variables, un conocimiento de la enfermedad pero sobre todo del enfermo, el empleo de reglas lógicas, el análisis juicioso de la información y la valentía para asumir los riesgos.





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